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Psicóloga en Sevilla María Cruz Rodríguez - Psicóloga Clínica

María Cruz Rodríguez, psicóloga clínica y psicoanalista con una experiencia de más de 30 años en el sector en Sevilla. Conoce más sobre mí y mi carrera:

  • Psicóloga clínica, Psicoanalista. Consulta privada en Sevilla
  • Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, (Sección Psicología)
  • Hice la especialidad en Psicología Clínica.
  • Colegiada en el Colegio Oficial de Psicólogos de Sevilla, Delegación Andaluza Occidental. AN00097

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NO ES POSIBLE LA REPRESENTACION UNIVERSAL DE LA EUTANASIA. 
LA SINGULARIDAD SE IMPONE.
 
 
María Cruz Rodríguez
Psicóloga. Psicoanalista.
Especialista en Psicología Clínica.
Colegiada: AN 00097
 
Generalizaciones
 
No hay un saber universal que nos obligue a una aceptación o negación de la eutanasia, en este sentido estamos cerca del discurso psicoanalitico, que excluye toda universalidad del conocimiento al ocuparse de lo estrictamente singular, sin pretender ser una enseñanza al modo universitario, universal. 
 
La eutanasia ha engendrado una mutación en la subjetividad de nuestra época, su aceptación es enormemente polémica en las diferentes culturas y legislaciones, generalmente establecidas sobre el derecho inalienable de la vida.
La eutanasia guarda posibilidades inéditas para romper ciertas inercias doctrinales. Ha obligado a cambiar el imaginario social. Ofrece un lugar donde el paciente puede ser escuchado, más alla del discurso de la ciencia en su pretendida universalidad.
El concepto eutanasia se puede definir como el acto liberado de dar fin a la vida de una persona, producido por la voluntad expresa de la propia persona, con objeto de evitar el sufrimiento. Es un acto que busca una buena muerte.   
Las personas especializadas en el estudio de las agrupaciones humanas, pueblos y etnias, como historiadores, etnólogos…coinciden en afirmar la universalidad del acto del suicidio, el acto de provocarse la muerte de forma intencionada. 
Enrique Echeburúa Odriozola1, Donostia-San Sebastián, 1951, en su recién editado libro, “Muerte por suicidio”, Pirámide 2022, escribía: “Quien se suicida quiere dejar de sufrir, no dejar de vivir”.
El suicidio de  un 10% a un 20%  se trata de personas que en un momento de su vida hacen un balance existencial, ven que su vida ya no tiene sentido, bien por factores externos, como un descalabro económico, o personas marcadas por la vergüenza social, por un acto cometido en un momento determinado… personas socialmente aisladas que no tienen un proyecto de vida. En estas situaciones la muerte se ve como la única salida al sufrimiento.
Predominan discursos cerrados, esos tópicos del pensamiento que conservan las ideas por temor, por seguridad, no siempre por la verdad que encierran. 
Ante este conservadurismo social con discursos cerrados, se viene imponiendo un pensamiento nuevo, un cambio de subjetividad que va admitiendo el derecho a la singular manera de encarar el dolor, es decir, frente a las certezas científicas, en las que no se le da un lugar a la singularidad subjetiva, se abre el derecho a la singularidad. 
 
Derecho a la singularidad
 
¿Iniciativa valiente o una temeridad?
 
Se evidencia que cada persona vivencia el sufrimiento de manera diferente, en dependencia de su subjetividad singular, de la percepción que tenga de sus recursos internos para afrontar estas condiciones en el ciclo vital que atraviesa. Desde una perspectiva psicoanalítica dependería del sujeto que hay en juego en cada cual.
 
La subjetividad en la época que vivimos está sumida en una cultura en la que mostrarse feliz o positivo es un imperativo, es lo que se debe hacer y lo que se espera, se exige un índice de felicidad, de satisfacción,  muy alto. 
Este imaginario supone un refugio más seguro. No tiene cabida mostrarse vulnerable, triste, malestares que requerirían una aceptación seguida de la demanda de ayuda para aliviarlos2. 
 
La mayor ambición es sentirse felices, o al menos empieza a ser así a partir del siglo de la Ilustración, antes reinaba el convencimiento de que la Tierra era un valle de lágrimas.
 
Se aspira a ser felices ya, de manera inmediata y permanente y, a ser posible, con el menor esfuerzo. Esta exigencia de satisfacción es un imposible, implica un gran desconocimiento sobre el sujeto de lenguaje que somos. 
Estos imaginarios se repiten, por inercia, dejando al ser humano en la falta  de  un mejor saber, para enfrentar el dolor, la frustración, la angustia que acompaña la vida… 
 
Es dificil tomar una decisión ante la apuesta vida-muerte, por lo que se recurre al pensamiento más compartido y ortodoxo, no se tiene en cuenta lo heterodóxico, la excepción, contraria a las normas, que podría facilitar la decisión.
Predominan los prejuiciso sociales, el secuestro emocional. No se distingue el ruido de los hechos, las palabras de la realidad, la retórica y aquello que se impone.  Pese a que no nos guste el ruido, en los cambios el ruido  es inevitable.
 
Etimología de la palabra Eutanasia 
La palabra eutanasia proviene de las voces griegas (“ευτανάσια),  eu = bueno, dulce y thanatos = muerte, “Buena muerte”, apacible, sin dolores. 
El tema del suicidio visto desde el pensamiento clásico, greco-romano y de la  moral cristiana suponen corrientes de pensamiento que han influenciado de manera muy clara en nuestra civilización occidental.
 
Con esta acepción la introdujo en el vocabulario científico Francis Bacon en 1623, célebre filósofo, político, abogado y escritor inglés, padre del empirismo filosófico y científico…Bacon  conceptualizaba la eutanasia como aquella ayuda brindada al agonizante para salir del mundo de manera más serena y dulce. 
Por los fines perseguidos: 
Eutanasia: es la intervención médica directa para ayudar al sujeto a terminar con su vida, de forma anticipada, sin dolor y finalizar así el sufrimiento de los pacientes terminales; es conocida como “una dulce muerte”.
Ortotanasia: permitir que la muerte ocurra, por lo que el personal de salud médica otorga sólo los cuidados necesarios y tratamientos en la disminución del sufrimiento; pero no para detener el proceso de muerte.
Distanasia: lo contrario a la eutanasia,  “una prolongación médicamente inútil de la agonía de un paciente sin perspectiva de cura”. Se trata de alargar la vida y con ello generalmente el sufrimiento del paciente, aplicando tratamientos que sólo alargan la llegada de la muerte, dejando de lado la calidad de vida del paciente. La eutanasia acorta la vida y la distanasia alarga la muerte. No se tiene en cuenta el sufrimiento del paciente3.
Voluntaria e Involuntaria: en el caso de que lo pida o no el enfermo. 
Eutanasia eugenésica, económica o social: si la muerte se busca como medio para purificar la raza, se trata del estudio de la herencia genética con la intención de buscar el perfeccionamiento de la especie para liberar a la familia o a la sociedad de la carga de las llamadas “vidas sin valor”. Una persona inválida, por mayor,  supone un coste económico, social y moral mucho más dañino que el de una persona muerta”.
En relación a este tipo de eutanasia recomiendo la película japonesa “Plan 75”, 20224, que nuestro compañero Antonio ya programó y que algunos habeis visto.
 
Divergencias, dilemas morales  que plantea la Eutanasia
 
La eutanasia no es un tema amistoso con el mundo científico ni jurídico ni social y menos aún con las instituciones religiosas…Implica una apuesta, un punto vital de elección,  vida/muerte. 
Este modo intencionado de buscar la muerte, es la “buena muerte” para unos y para otros, “matanza médica”, “homicidio asistido” u “homicidio por compasión”…
Se establece en el sujeto una pugna entre dos tendencias: desfallecer, apostando por la muerte, o, apostar por la tensión vital y la lucha que esa apuesta obliga.
 
Los mandatos éticos y religiosos, Ideologías y Doctrinas.
Consideramos que el debate de la eutanasia es un debate que a lo largo de la historia ha sido analizado por diversas posturas éticas, desde disciplinas como: la bioética, la medicina, lo jurídico y la religión.
Es importante señalar que hablar de eutanasia es enfocar a la calidad de vida de la persona hacia el final de su vida; pero todo dependerá de los códigos éticos y morales con los cuales se rigen las personas, estos códigos determinarán el sentido que el indivíduo dará a su vida a partir de su enfermedad.
Hoy en día, dentro del término “Eutanasia” se incluyen conceptos de encontrada significación ética, y es necesario conocer el significado real del mismo, diferenciándolo de otras prácticas perfectamente admisibles desde otros puntos de vista. 
Los términos éticos, universales, siempre van orientados en la defensa de los derechos y responsabilidad de las personas, posibilitándoles ejercer  su derecho a elegir sobre el final de su existencia.
Desde una perspectiva ortodoxa la eutanasia, sucidio asistido, está impregnada de una concepcion teológica, tradicional, ideológica y doctrinaria, es decir, es la ortodoxia de modos de pensar que se imponen, se componen en lo social y se articulan como discursos que se comparten haciendo vínculos. 
Estos lazos sociales ortodoxos impiden avanzar en modos de pensar más innovadores, más creativos. La heterodoxia es la capacidad de desarticular estructuras que se nos imponga, buscando nuevo saber. El dogmatismo es una especie de fundamentalismo intelectual. 
Los dogmas expresan verdades que se consideran ineludibles, no están sujetas a ningún tipo de crítica y llevan a creer que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos. Es una forma de refugio que evita el esfuerzo de buscar el mejor saber, por su grado de verdad, aunque ésta nunca sea absoluta.
La eutanasia se enfrenta a una idea muy sacralizada e  idealizada de la vida, a una idea trágica de la muerte y del miedo a la nada. Este tema provoca controversia, discordia dentro de la mayoría de las sociedades. En el discurso ortodoxo se dramatiza un hecho real e inevitable, la muerte.
Tenemos el ejemplo ético de Sigmund Freud hace 100 años. Freud, ante el cancer en el paladar que venía  padeciendo desde 1923, decide cambiar de médico y en 1928 opta por Max Schur a sugerencia de su colega y amiga, Marie Bonaparte. Freud, en la primera cita con el médico, le expresa que siempre va a querer saber la verdad sobre su enfermedad y concluye: “prométame algo más, que cuando llegue el momento, no me hará sufrir innecesariamente”.
Debido a una cultura moral regida por la religión, se impone la idea de la vida como don divino. El sufrimiento del paciente no es reconocido por la moral religiosa.
Para Freud, la renuncia pulsional es la clave de la instauración de la religión en tanto sistema mítico de creencias y ritos, y de una moral que organiza una vida. 
Para Lacan es la ética del deseo la que nos responsabiliza qué hacer con nuestra vida, no se trata del mandato de un Otro absoluto, transcendente… Lacan introduce un  trabajo sobre el deseo y también sobre la ética del psicoanálisis, proponiendo la ética como una ética más allá del principio del placer, se trata del compromiso con el deseo.
Freud expresó sus críticas acerca de la Religión principalmente en sus obras “Moisés y el Monoteismo”, “El futuro de una ilusión” (Freud, 1927) y “Totem y tabú” (Freud, 1913). Mantuvo que la religión era comparable a las neurosis infantiles y que la conducta ambivalente del niño respecto de su padre toma la forma de fe en los adultos. La “añoranza del padre”, tras desear agredirle, es utilizada en la explicación de la génesis del clan primordial patriarcal5.
Las tres grandes religiones monoteístas con influencia mundial: el judaísmo, el cristianismo y el islam,  abordan los problemas éticos del fin de la vida desde una perspectiva común. Centran su reflexión en torno a tres grandes principios: Dios (el padre)  es soberano; el hombre es su representante;  el yo indivi-dual es esencial. 
“En lo moral religioso, por los códigos inculcados nunca se piensa que el pedir la muerte del enfermo terminal sea una posibilidad, pero una vez que vives de cerca el sufrimiento singular de un ser querido…se le da un lugar a la eutanasia; es inhumano pretender prolongar la existencia de una persona que ha dejado de vivir; porque su dignidad y calidad de vida ya no existen”6 .
En cualquier creencia el sujeto es puesto en la posición de dicidir, responsabilidad que no se debería trasladar a nadie sino a sí mismo.
 “Si la libertad significa algo, es el derecho a decir a los otros lo que no quieren oír” , dijo George Orwell. 
 
Con estas ideas podemos pasar a una conversación que nos ayude a dilucidar, de la mejor manera, la noción de eutanasia.
 
REFERENCIAS 
1Enrique Echeburúa Odriozol (Donostia-San Sebastián, 1951), catedrático emérito de Psicología Clínica en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Acaba de publicar un libro titulado, Muerte por suicidio, edita Pirámide. Quien se suicida quiere dejar de sufrir, no dejar de vivir”, afirma. ”. El País, 19 de mayo 2023). 
2 José Guimón, Religión y Psicoanálisis: “De la sociogénesis al condicionamiento biológico”. Catedrático de Psiquiatría de la UPV/EHU. Bilbao.
3María del Carmen Lazcano, “Entre lo ético y la moral de la eutanasia”.. Revista Psiconetwork. Nov. 2020.
4¿Qué pasaría si el mercado de la muerte se convirtiera en un negocio lucrativo? La Película, “Plan 75” Presentada en el Festival de Sevilla 2022. Dirigida por  Chie Hayakawa, en su debut como directora, candidata por  Japon en los Oscar. En Japón, en un futuro cercano, el envejecimiento de la población se acelera. El gobierno estima que, a partir de cierta edad, los mayores se convierten en una carga inútil para la sociedad e implementa el “Plan 75”. Dicho programa propone a los ancianos un acompañamiento logístico y financiero para poner fin a su vida. Una candidata al Plan 75, Michi, un reclutador del gobierno, Hiromu, y una joven auxiliar de enfermería filipina, María, se ven enfrentados a un pacto mortífero. (FILMAFFINITY) 
En ‘Plan 75’, ante el envejecimiento de la población, Japón aprueba que los mayores de 75 años, aunque no tengan ningún tipo de enfermedad, puedan aplicar a un programa para morir y así dejar un mundo con menos cargas, más dinero y juventud.  A cambio, recibirán mil dólares para gastar antes del momento en sí.
5Miller, Jacques-Alain: Punto cenit: política, religión y el psicoanálisis, Colección Diva, Buenos Aires, 2012.
“Moisés y la religión monoteísta”, texto que según señala Jacques Alain Miller en Punto cenit (1), fue el último mensaje de Freud.
6 Op.Cit. Revista Psiconetwork. Nov. 2020.
Ministerio de Sanidad – Eutanasia – Información básica para conocer la ley de regulación de la eutanasia
El término no apareció recogido en el Diccionario de la RAE hasta 1947, dándole la acepción: ‘Muerte sin sufrimiento físico’. Esta definición todavía aparece en la actual edición, además de añadir ‘Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura’.
 Aunque hace aproximadamente un siglo en el Reino Unido empezaron los movimientos que luchaban por la legalización de la eutanasia, al día de hoy la eutanasia no es legal en ese país.